Cual paz interior
liberada de viejos fantasmas
escuchando en paz la canción de nuevos mañanas
debajo de la gran madre
envuelta en su luz camino
allá lejos quedaron mis zapatos
sea de otros la perturbación
pues mi vida en calma llevo
en mi mano escrito esto esta
sé bien lo que hice
y lo que digan los duendes
en su boca se quemará
yo los libero de mi castigo
pues nada me hacen a mí
podres de sus almas
son ellos los destinos de su fin
ahora y bien claro
andando vamos
sigan hablando
y sigan mirando
pues seguiré mi camino sin detenerme
y sea el amor en sus vidas